Me estremezco mientras presiono el paño caliente contra mi cuello. Tenía que deshacerme de este moretón esta noche. Mis padres vuelven a casa por primera vez en tres meses y no quiero que vean este gran moretón morado en mi cuello. No es que siquiera se darían cuenta. A veces ni siquiera recuerdo que tienen un hijo, lo único que hacen es trabajar. O sea, tienen que trabajar, lo entiendo, pero muéstrame otros padres que trabajen y vuelvan a casa una o dos veces al año y ni siquiera pensaron en dejarlos con un familiar. Me preguntaron si quería un mayordomo o una niñera que se quedara conmigo, ¿pero en serio?
Mi **Mamá** es gerente de hotel del hotel más grande de Sudamérica y mi **Papá**... no me importa lo que haga, pero sé que somos asquerosamente ricos y eso lo odio.
Tiré el agua caliente en el fregadero y dejé el tazón y el paño. Subí las escaleras a mi baño, abrí el agua caliente y me lavé. Teniendo cuidado con mi espalda, que fue empujada contra una taquilla, y mi costado, donde me patearon. Eso lleva a otra historia.
Me acosan en la escuela este idiota **Levii Adrian**, pero todos lo llaman por su apellido, que es **Adrian**, y sus dos secuaces, **Cole** y **Martín**. El hijo de puta me rompió la pierna y el dedo medio una vez. **Levii** hablaba y luego sus amigos se reían de lo que decía, lo cual nunca era gracioso para mí, y luego le respondía, no sé por qué lo hago. Le tengo miedo y luego se vuelve violento y comienza con la paliza. Todo esto comenzó cuando salí del armario como gay en la escuela, pero a nadie le importó, excepto a ellos, tengo dos mejores amigos que son como yo. Emo. Son **Sher** y **Pro**, yo les di sus nombres, sus nombres reales son Payton y Aiden, pero eso no encaja realmente con todo el look emo. Nunca están cerca la mayor parte del tiempo cuando me acosan, **Sher** solo tiene una clase conmigo y **Pro** tiene cuatro, él me protege mucho y me trata como si fuera su hijo, lo cual me gusta ya que mis padres no están mucho en casa... en absoluto.
Escuché que se abría la puerta principal mientras me ponía los pantalones de chándal y la camisa. Luego escuché la voz de una mujer, que diría que era la de mi madre, luego me llamaron por mi nombre.
"¡**Alex**!".
Sí, **Alex**, como me llaman... **Alexander**. Mi nombre real y aliado, como me llaman todos los demás. **Alexander ryder Adrian**, el típico emo nerd que se corta, fuma y anda en patineta... o sea, cuando no me acosan. Ando en patineta a todos lados a donde quiero ir cuando quiero relajarme o estar solo. A menos que esté lejos, donde tomaría mi coche, pero no me gusta conducir, fumo para alejar mi dolor y me corto para alejar mi miseria. Tengo 17 años con piel pálida, cabello rojo, ojos azules, piercings en los labios. Mido 1,70 m y tengo este maldito acento alemán que se me ha quedado durante años desde que me mudé aquí en mi primer año. **Levii** siempre se burla de mí cuando hablo.
Bajé las escaleras, cepillándome el cabello hacia el cuello rápidamente con las manos. Entré en la sala de estar y vi a mis padres, haciendo lo que esperaba que hicieran, **Mamá** estaba en su computadora portátil y **Papá** estaba en su teléfono caminando de un sofá a otro, suspiré y les di un beso en la mejilla a ambos y fui a la cocina. Tomé una manzana y un cuchillo pequeño, comencé a cortar la manzana, que puse en la encimera de mármol y me la comí. No tenía nada que hacer, así que pensé en ir a la sala de juegos, bajé las escaleras traseras que conducen a la sala de juegos y encendí la luz. Elegí un juego y comencé a jugar karate. Bueno, como todos pueden ver, aparte de mis dos mejores amigos, mi vida es una mierda.